En primer lugar, permítame exponer el origen del problema de las eflorescencias, porque así es más fácil entender las posibles soluciones. El problema de las eflorescencias debidas a álcalis, normalmente no está producido por las pinturas, sino que se produce en el interior del hormigón por una reacción química de tipo lento cuyos efectos a veces tardan varios años en aflorar al exterior.
1. CAUSA DE LAS EFLORESCENCIAS EN MUROS DE HORMIGÓN
Se trata de reacciones provocadas por los álcalis contenidos en el cemento (por ejemplo óxidos de Sodio y Potasio), con algunos componentes del hormigón denominados agregados reactivos (como suelen ser algunos tipos determinados de silicatos, carbonatos y sílice reactivo). En general, se trata de impurezas contenidas en ciertos filosilicatos o minerales de arcilla que en pequeña proporción están mezcladas con los áridos o agregados del hormigón.
Estas reacciones entre los álcalis del cemento y los componentes reactivos contenidos en los áridos del hormigón sólo se dan cuando se cumplen las siguientes condiciones:
a. Un nivel adecuado de álcalis en la pasta del cemento.
b. Presencia de agregados reactivos (en los áridos del hormigón).
c. Agua o un nivel elevado de humedad.
Si falta una de estas tres condiciones la reacción no se producirá.Las reacciones que producen las eflorescencias se aceleran cuando aumenta la temperatura del muro.
La reacción de los álcalis con los silicatos reactivos en presencia de agua, produce un gel que tiene la propiedad de absorber agua y por lo tanto, aumenta el volumen. Esta expansión, genera esfuerzos de tracción internos en el hormigón que pueden terminar por agrietar, deformar y hasta romper el hormigón, y dan también lugar a la aparición de eflorescencias de este gel que salen al exterior.
La formación de este gel, también reduce la capacidad de aislamiento del hormigón, ya que poco a poco va tapando la porosidad del hormigón, efecto que se ve favorecido por la propia capacidad de absorción del hormigón.
De lo visto hasta aquí se deduce que la única forma de evitar las eflorescencias producidas por álcalis en el hormigón es utilizar cementos con poca proporción de álcalis (menos de un 0,6%) o bien, controlar el contenido de agregados reactivos en el hormigón. Curiosamente, el contenido de estos agregados reactivos es malo cuando está en valores de entre el 1% y el 4%, y es bueno cuando existe una proporción menor del 1% o bien una proporción superior al 4 ó 5%.
Por ello, una forma de solucionar el problema al confeccionar un hormigón, puede ser el añadirle un exceso de componentes reactivos (que se dan de forma natural en los cementos puzolánicos) añadiendo determinadas sustancias reactivas como son las cenizas volantes (subproducto de la combustión del carbón), polvo muy molido de sílice reactiva (humo de sílice) y hasta ceniza de arroz y de otros cereales.
Conclusión 1: La única forma de evitar la aparición de eflorescencias producidas por álcalis es utilizar un cemento con bajo contenido en álcalis (< 0,6%) y unos áridos del hormigón con un contenido en componentes reactivos muy bajo (5%).
2. FORMAS DE PALIAR LOS EFECTOS DE LAS EFLORESCENCIAS PRODUCIDAS POR ÁLCALIS EN EL HORMIGÓN.
Una vez que el hormigón está construido y ha fraguado, ya no se pueden evitar los efectos producidos por la reacción de los álcalis y los agregados reactivos del hormigón, aunque sí se pueden paliar sus efectos de la siguiente forma:
a. Evitando la presencia de agua y humedades en el interior de los muros. La reacción entre los álcalis y los silicatos reactivos necesita la presencia de agua o un contenido alto de humedad para producir la sal en forma de gel.
La solución consiste en impermeabilizar el muro con un producto impermeable al agua pero permeable al vapor de agua, con el fin de que deje transpirar la humedad interna que pueda tener y permita que se seque el muro internamente.
b. Disminuyendo la temperatura interior del muro. Esto se consigue aislando térmicamente el muro.
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