El turismo rural gallego ha incorporado en estos ultimos seis años a una decena de aldeas abandonadas. El principal atractivo es la tranquilidad y la vida «de aldea» que se respira en estos núcleos que gracias a la iniciativa privada no han desaparecido. Las viviendas son rehabilitadas con materiales del entorno, piedra básicamente, y maderas de la zona.
Loli Riveiro gerenta en Mondariz (Pontevedra) la aldea de Pedreira Calma, se define como biohotel rural. Recuperó e inauguró el año pasado cinco casas de aldea. Las casas están enmedio de 8.000 metros cuadrados de cultivos ecológicos. La oferta de la aldea rural es ideal para un turismo de bienestar e incluye desde terapias con dietas hasta una escuela de salud. www.pedreiracalma.eu
Esta aldea con sus respectivas casas han sido rehabilitadas con criterios de bioconstrucción sostenible, aprovechando maderas nobles y todo el material disponible en la aldea y con la idea del máximo respeto a la naturaleza.
La aldea rural rehabilitada más grande de Galicia es Couso Galán . Hace 500 años que la aldea de Couso, en A Limia , fue abandonada. Por allí pasó un día el empresario riojano José María Galán que invirtió más de seis millones de euros para recuperar 22 casas a orillas del río. En esta aldea se ha recuperado además, un horno, dos molinos, y una vieja fuente.
Aldea dedicada íntegramente al turismo rural. Reconstruida para que se pueda disfrutar del tiempo de ocio en un paisaje impresionante, marcado por el nacimiento del río Limia, que cruza la aldea, conformando un entorno idílico para pasar unas vacaciones, un fin de semana distinto o celebrar una convención o reunión de empresa. Consiguiendo que el espacio nos envuelva y retornemos a la actividad diaria con nuevos ánimos. www.cousogalan.com
Gerardo Salgueiro recuperó la aldea Bordóns, cerca de Sanxenxo, allá por 1997. Aldea Bordóns conserva su atractivo de antaño, ya que fue reconstruido respetando arquitectura, formas y alturas de la época en que se construyó. Como en ocasiones anteriores ,aprovechar la piedra natural para rehabilitar fue también la consigna . La Xunta dre Galicia ayudó con medio millón de euros para cinco casitas de pescadores que pertenecieron a su familia. El conjunto incluye un hórreo de piedra, una casa-museo y un cruceiro. www.aldeabordons.com
A Paínza, en Viladavil (Arzúa), también es otra eco aldea dedicada al turismo, donde la familia Botana recuperó nueve casas. Este complejo hotelero dispone en la actualidad de amplios jardines sobre el río. En esta ocasión la inversión ha sido en su totalidad privada según indica María José Botana.
Situada en un valle, en el Camino del Norte, a 39 Km de Santiago, 25 Km del aeropuerto de Labacolla y en el centro de Galicia,con las mejores vías de comunicación. A 45 minutos de la ciudad de A Coruña. Siete Viviendas, dos Restaurantes y un Bar, ofrecen una estancia adaptada a todas las posibilidades. Oferta gastronómica variada. Precioso lugar, adecuado para la celebración de fiestas y eventos como para descansar, en una aldea donde, a decir de sus visitantes, se oye el silencio y siente la paz. www.apainza.com