Conocida desde el tercer milenio antes de Cristo, la planta del Kenaf (Hibiscus Cannabinus), pariente del algodón, ha sido especialmente apreciada por su fácil manejo para obtener manufacturas, cuerdas y tejidos. Se cultiva cerca del río Po, en el norte de Italia, se siembra en marzo y se recoge en noviembre. Además, no precisa de tratamientos especiales y aporta beneficios al terreno en el cual ha sido cultivada.
La construcción del tercer milenio mira hacia atrás para encontrar en la sabiduría de la naturaleza nuevas fórmulas para el futuro. Así, Optimer System aprovecha las propiedades naturales de la fibra del Kenaf como base de su línea de productos aislantes, que cuenta con el certificado ANAB-ICEA que garantiza sus propiedades ecológicas y bionaturales.
Excelentes aislantes térmicos y acústicos, estos productos ecosostenibles y reciclables se fijan térmicamente, sin colas. Inalterable ante la humedad, los productos aislantes de Optimer no se pudren ni liberan sustancias contaminadas. Asimismo, evitan la transpiración y su reacción al fuego está catalogada como clase E, según la nueva normativa europea.
Con la finalidad de ajustarse a cada necesidad, los paneles de Kenaf son fabricados en diferentes densidades y espesores. Así, para fachadas y cubiertas, Isolkenaf tiene una densidad de 60 kg por metro cuadrado, mientras para paredes la densidad es de 30 kg por metro cuadrado.
Optimer comercializa dos tipos de aislamiento térmico y acústico en Kenaf. En primer lugar, el panel Isolkenaf P, realizado en fibra de Kenaf termofijada para aislamiento térmico y acústico de muros de viviendas, de 1,40×0,60 m y con espesores que oscilan entre los 30 y los 120 mm.
Por otra parte, los profesionales también pueden disponer del rollo Isolkenaf Pav, realizado en fibra del Kenaf termofijada con una hoja de polietileno de protección para el aislamiento acústico de suelos y forjados. Disponible en dimensiones de 1,20×25 metros y espesores de 8, 10 y 15 mm.