Tener ventas bien aisladas es crucial en el confort y en la eficiencia energética de una vivienda. Sin duda la cantidad de cristal y su calidad en la ventana definen la calidad del aislamiento, pero cuando la obra ya esta hecha y tenemos un piso u oficina algo antiguos ¿qué opciones tenemos?  Una de las más olvidadas pero muy importantes es aislar la caja de la persiana.

La caja de la persiana es un «coladero» de humedad, frio y es en parte la responsable de tener una gran condensación en los cristales cada mañana.

El mejor material para aislar una caja de persiana depende de varios factores, como el clima, el tipo de ventana, y las preferencias personales en cuanto a la estética y el presupuesto. Sin embargo, algunos de los materiales más comunes y eficaces para el aislamiento de cajas de persianas son:

  1. Espuma de poliuretano: Ofrece un buen aislamiento térmico y acústico y es fácil de instalar.
  2. Lana mineral o de roca: Es un material aislante natural que ofrece buena resistencia al fuego y excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico.
  3. Poliestireno expandido (EPS) o extruido (XPS): Son materiales ligeros y económicos, con buenas propiedades aislantes.
  4. Panel de aislamiento rígido: Estos paneles ofrecen un aislamiento muy eficaz y se pueden cortar para ajustarse al tamaño de la caja de la persiana.
  5. Fibras naturales como el corcho o el algodón: Son opciones ecológicas que proporcionan un buen aislamiento y son sostenibles.

 

Alguna de estas o la combinación de varias de ellas pueden mejorar la calidad de vida: menos ruido, mejor aislamiento, menor consumo eléctrico.

Adicionalmente a la caja de las persianas, es probable que puedas mejorar el asilamiento del conjunto de la ventana.
Prueba a levantar los marcos o embellecedores de madera interiores y rellena de Poliestireno expandido (EPS) los huecos que se han podido quedar en esa zona. En el fondo lo que debes buscar es evitar todo lo posible que la cara interior y exterior tengan contacto entre sí.

Crisis en el sector de la arquitectura

 

Que es la rotura del puente térmico y para que sirve

La rotura de puente térmico (RPT) es una tecnología utilizada en la construcción, especialmente en ventanas, puertas y fachadas de edificios, para mejorar su eficiencia energética. Un puente térmico es un punto donde se produce una transmisión de temperatura más rápida entre el interior y el exterior de un edificio debido a la conductividad de los materiales utilizados, como el metal en el marco de una ventana. Esto puede llevar a pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano, afectando negativamente la eficiencia energética del edificio y el confort de sus ocupantes.

La rotura de puente térmico implica la introducción de una barrera de material aislante dentro de la estructura conductora, como un marco de ventana, para reducir o prevenir esta transmisión de calor. Este material aislante es típicamente un plástico reforzado, como el poliamida, que es menos conductor que los metales comúnmente utilizados en la construcción de marcos.

Beneficios de la rotura de puente térmico incluyen:

  1. Mejora de la eficiencia energética: Al reducir la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano, los sistemas con RPT pueden ayudar a reducir el uso de calefacción y aire acondicionado, lo que lleva a un ahorro en las facturas de energía.
  2. Confort térmico: Mejora el confort en el interior del edificio al mantener una temperatura ambiente más constante.
  3. Reducción de la condensación: Al evitar que la superficie interna del marco se enfríe demasiado, se reduce el riesgo de condensación, lo que puede ser beneficioso para prevenir problemas de humedad y moho.
  4. Protección del medio ambiente: Al mejorar la eficiencia energética del edificio, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la calefacción y la refrigeración.
El instituto Bruegel avisa a España de que más VPO agravará el exceso de oferta

La rotura de puente térmico es especialmente relevante en climas con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche o entre las estaciones, y se ha convertido en un estándar en la construcción moderna de edificios energéticamente eficientes.