En el año 2009 el Ayuntamiento de Burgos tramitó en más de 220 expedientes por denuncias de vecinos por ruidos molestos. Estas denuncias van desde conflictos entre vecinos, por equipos de aire acondicionado a molestias generadas por equipos industriales, maquinaria en la calle, gente en las puertas de los bares, etc. Los 220 expedientes fueron variados y de distinta procedencia, pero todas ellas tienen un común denominador: el ruido
La cifra, si la comparamos con años anteriores, va en aumento. Todo esto a pesar del incremento de inspecciones por parte de la Policía Local.Enrique Santamaría,es el técnico de ruidos del Ayuntamiento de Burgos, nos explica que no se atiende a todo tipo de llamadas. La Ordenanza Municipal de Ruidos y Vibraciones es la ley que marca la pauta de actuación.
Los agentes antirruido solo actúan en inspecciones donde, con la ley en la mano haya un exceso de decibelios.La inspección municipal no entra en los conflictos entre particulares que son un tema que debe tratarse en los juzgados. Los típicos problemas con vecinos ruidosos que ponen la música alta y tienen la costumbre de organizar fiestas hasta altas horas de la madrugada nunca motivará la visita del técnico.
En los bares que ponen la música demasiado alta o incumplen el horario de cierre, actúa la Policía Local antes de remitir las mediciones a los técnicos especializados.
Pero cuando el problema afecta a una comunidad vecinal completa sí que se actúa. Ascensores ruidosos, puertas de garaje que chirrían, ruido de bares, ruidos de equipos de aire acondicionado. Los equipos de aire acondicionado no generan muchos decibelios, pero las ondas de baja frecuencia se transmiten como vibración a través de las paredes llegando a ser muy molestos .
Las obras en la vía pública o de edificación también tienen su voluminoso apartado y hay algunos que no respetan el horario de “no molestar” entre las 20 y las 8 horas. También hay ruídos denunciados generados por la carga y descarga fuera del horario establecido.
Aunque la mayoría de las fuentes de ruido no son responsabilidad de las administraciones sino de actividades privadas, el Estado, las comunidades y los ayuntamientos son los encargados de velar por la salud pública y a éstos corresponde la vigilancia. Para este fin las leyes van desde la Ley Estatal de Ruido hasta las ordenanzas municipales que se aplican en cada localidad.
Para la administración reducir el nivel de ruido es una tarea difícil pero que hay que abordar con medidas. Reducir la velocidad del tráfico, además de mejorar la seguridad vial contribuye a un ambiente menos ruidoso. Las carreteras deben ser asfaltadas con pavimentos más absorbentes para minimizar el ruido y a las viviendas hay que protegerlas con pantallas acústicas.
La maquinaria que se emplea en las obras públicas también está sujeta a normativas de ruido, así ocurre con las tareas de recogida de basura que muchas veces interrumpen el sueño de los vecinos.