La tarea no es fácil. Decimos que no es posible aislar una pared del resto de la estructura si previamente no se han tomado medidas reductoras de transmisión entre los distintos elementos.
Esto quiere decir que no podremos evitar los puentes ya existentes ya que esta pared siempre toca con las demás.
Lo ideal sería que la pared ya tuviera sus contactos aislados y así podríamos reducir la transmisión en caso de aislamiento deficiente.
Aislar con lana de roca
Desde luego aislar con lana de roca, nos permitirá aliviar el ruido si queremos ensayar con un instrumento musical en una habitación sin molestar.
Partiendo de una pared de ladrillo queremos aislar en este caso una habitación para que no pase al exterior el ruído interno.
Elegimos lana de roca por su buen comportamiento tanto en la colocación como en la capacidad de aislamiento acústico. La lana de roca debe ir adherida a la pared mediante fijación mecánica, o sea, clavos especiales para este material (tipo los que se usan para fijar el poliestireno a las fachadas). La lana de roca podemos usarla en plancha (rígida) o en rollo.
Lo más importante es la densidad.
Cuanta más densidad presente el material mejor será el asilado. Una vez bien cubierta esta pared y convenientemente anclado el aislante, debemos colocar el típico trasdosado autoportante de planchas que pueden ser de madera o yeso.
En este momento si es posible evitar los puentes con aislantes de goma específicos, ya que este trasdosado es nuevo.
¿Se quita un poco de espacio a la habitación? Apenas 15 centímetros es suficiente. Depende de las medidas de la habitación puede apenas notarse o quitar un hueco precioso. Debes elegir. Es el precio de insonorizar esa habitación.
Mejoras en el aislamiento acústico
Si este nuevo trasdosado en su interior lleva adherida una capa de lana de roca y se respeta una mínima cámara de aire de separación entre los dos aislamientos, notaremos que hemos mejorado acústicamente muchísimo ese espacio.
Ahora ya tenemos muy baja transmisión a través de la pared.